Chata, hazme una foto con el movil, que va todo al rojo par.

No, aún no he ido a Las Vegas -¡mierdixxx!-, pero, mientras tanto, me dedico a fotografiar todas las limusinas con las que me cruzo. Casi siempre se me escapan, pero esta vez, una no lo consiguió -estaba aparcada-. Aquí la amiga:

La hice con la cámara de mi movil (Nokia N85) de ahí su aspecto tosco, sucio y rasposo, digno de un relato de Bukowski. Pero, ¿a quién le importa la calidad de la foto hecha con el móvil? a mí, no. Priman otras cosas. Las denostadas cámaras de móvil, pues bien, voy hacer todo un alegato a favor de las fotos hechas con móvil, ya me tocaba:

Es una cámara que siempre se lleva encima, siempre. Por su calidad; o no calidad, mejor dicho. El tipo de foto lo comparo con el de las Lomográficas, no por el resultado, sino por su filosofía fotográfica -siguen el lema de: "no mires, disparara"- que conlleva disparar fotos con una cámara de un móvil. Por muchos megapixeles que tenga, no llega a ser ni una compacta normalita tirando a mala. Por lo que los aspectos técnicos: definición, optica, diafragma, velocidad, sensibilidad, balance de blancos, etc. en definitiva: factores -fundamentales- que conlleva una cámara de fotos "real", quedan reducidos casi al mínimo y relevados a un segundo termino por la composición, mediciones de la luz sui generis o caprichosas, la suerte y el azar, el foco ilusorio -cuando consigue enfocar a algo, claro-, etc, etc; en definitiva: por el factor externo ambiental, y, sobre todo y por encima de éste, el gusto personal y lo aleatorio de la propia cámara del móvil. Un divertimento, ya ven.

Así que animo a todos -fotógrafos o no- que usen su móvil como una verdadera cámara de fotos. Que se tome en serio, que es un buen sustitutivo -o complemento- de una Lomo, ya que móvil tenemos todos, o casi; pero Lomo, no. Lo siento por los más ortodoxos -sobre todo por lo que os estáis perdiendo-, pero yo me lo paso pipa con la cámara de móvil. Y su mejor amiga, la 400D, no se pone celosa.

Pero ante todo, que cada uno haga lo que le salga del peine, como y cuando quiera. Ahora, ¡a Las Vegas!